viernes, 16 de enero de 2015

LA MUÑECA

Desearía que lo leyerais escuchando ésto.

"This is Your Captain Speaking - Part 1"
Sabéis,lo hice, me tumbé sobre mi espalda en el suelo, con el pecho expuesto al mundo, al cielo, sin temor alguno.
Respiré varias veces hasta que conseguí un ritmo tranquilo y pausado, de manera que era consciente de mi cuerpo, de cada miembro, de cada órgano, de todo lo que ocurría en mi interior. Hasta el fluir de la sangre o mi saliva deslizándose por mi garganta o mi cabello apoyado contra el pavimento, dejado caer, sin gracia alguna; mis manos abiertas con las palmas dispuestas a recibir, mis pies relajados mirando hacia los distintos puntos cardinales.

Relax

Toda la relajación de la que era capaz se había apoderado de mí y, podía sentir como mi cuerpo entero se fundía con la tierra, como si de una superficie blanda se tratase, y yo me hundía en ella cada vez un poco más, hasta no sentir, no sentirme. Yo no estaba allí, mi cuerpo no existía, tan solo una sensación de bienestar, paz y tranquilidad ocupaba ahora su lugar. Mi mente limpia, bañada de una luz cálida y brillante era lo único que ocupaba mi mente y mis pensamientos.

Paz

Fue entonces cuando me sentí capaz de hacerlo. Con mi no cuerpo, mi no mente y mi nada, me elevé sobre lo que había sido yo misma. Me observaba desde unos metros más arriba; qué distinta me veía a través de mis propios ojos cuando no eran aquellos que juzgaban, aquellos que anhelaban o envidiaban. Qué distinta era cuando todo estaba bien, tranquila sin presiones, sin nada ni nadie a quién enfrentarme, tan siquiera a mí misma, con toda esa calma rodeándome.
Era capaz de ver la belleza de la que algunas personas hablaban. De ver mi cuerpo sin defectos, sin enfermedad alguna; mi sonrisa, esa que hace que mis ojos se achiquen  y lloren lágrimas felices.
Veía eso y mucho más. Podía ver a la niña que habita en mí, la de cabello dorado que no suelta jamás su muñeca, la niña que nunca permitirá que, por muchos desastres que pasen, pierda la ilusión.

Vi tantas cosas como vida tenía…os vi a vosotros. A todos y cada uno, os vi a mi lado, junto a mi corazón. Ese órgano palpitante que no deja de latir aunque bajen sus pulsaciones, aunque se encuentre en este estado de no yo. Y a él es a quién en realidad quería dirigirme. Tengo una cuenta pendiente con él desde hace años, desde que dejó que se inundaran cada una de sus oquedades de sangre y no bombease igual  cada día, ni cada minuto, ni cada segundo. Y todo esto lo hizo sin pedirme permiso, sin consultar conmigo si yo he deseado que dejara de latir así, si yo he deseado que se transformara en un órgano sin vida. Esperando algún estímulo que lo devolviera al mundo, esperando ese latido de más que solo el amor puede provocar. Yo no deseaba vivir así, esperando, pero él me había condenado.

Me agarro fuerte a mi yo niña, la abrazo con una mano, a ella y a su muñeca que extrañamente se parece a mí yo adulta, y con la otra mano, sin pensarlo y con la ilusión tatuada en mi brazo agarro con la mano izquierda mi corazón, lo hago tan fuerte que consigo sacarlo del pecho y puedo ver el vacío que ha dejado ahora en mi cuerpo, allá abajo sobre el suelo. Sigo extraordinariamente relajada, nada ha perturbado mi estado de inconsciencia, tan siquiera haber perdido el corazón.

Bombea con fuerza, parece casi increíble que se haya despreocupado tanto de mi cuerpo, de mí.
¿Qué pasará ahora? Acaso moriré, o permaneceré en una especie de limbo donde van a parar los no muertos. Mi corazón late, pero mi cuerpo, ¿seguirá vivo?

Algo caliente y viscoso cae por mi mano se escurre hasta mi codo. No dejo de apretar a la niña y ésta a la muñeca; pero aquello sigue saliendo del corazón, es la sangre que había quedado ahí, obstruyendo cada uno de sus espacios. Lo observo ahora, limpio, palpitante, incluso diría que reluciente y sé que es lo que debo hacer. Miro a mi yo niña que me sonríe con la muñeca agarrada de una manita, asiente, ella también lo sabe, ha llegado el momento de decidir cómo quiero seguir viviendo ¿ en aquél cuerpo de allá abajo con el corazón encharcado?  o quizá  ¿en ésta nueva esencia con un corazón viejo y magullado, pero cargado de energía y flamantes arterias y venas reconstruidas, cosidas con los hilos de los sueños?

Un corazón usado, pero con la ilusión de una niña y su muñeca.

Totalmente renovado.



Ilustración: Mark Ryden



4 comentarios:

  1. Me encantó, no te puedo decir ahora mismo nada más, Será porque aún suena la música. Eres mágica, logras transportarme a donde quieras que vayas. Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Muchísimas gracias, Pepi. Me halagan tus palabras y espero siga transportándote siempre que lo desees.
    Veo que tú también tienes un blog, te seguiré.
    Un beso abrazado.

    ResponderEliminar
  3. Vine a felicitarte, tu microrelato me encantó. :) En cuanto a mi blog, lo tengo abandonado, desde que mi amiga se enfermó, y a los dos meses falleció, perdí las ganas de escribir, de eso hizo dos años en octubre, espero volver con ganas algún día. En cuanto a este concurso, la verdad es que me ilusionó como hace años, y mira, tampoco está tan mal, si pensamos que hace más de dos años que no escribo nada :P Un abrazo y de nuevo felicidades. Te leeré otro día.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti siempre.
      Tienes que animarte, todo pasa, ésto también...
      Además, escribes muy bonito!!!!
      Un beso abrazado, y gracias!!! :*

      Eliminar