miércoles, 22 de junio de 2016

JUGUETES




Una ventana abierta es una invitación a conocer qué se encuentra al otro lado. Entrar en un hogar ajeno sin tarjeta de vista, con las pupilas dilatadas dispuestas a ver una proyección de vida en formato reducido.
Cada noche al volver a casa me siento en mi terraza, mientras saboreo una bebida con los grados suficientes para adormecer mi cuerpo cansado. Y observo. Escudriño la pared de cemento que tengo enfrente repleta de pequeñas pantallas, salpicadas de instantes cotidianos. Pero siempre me paro en el mismo lugar.

Veo los juguetes amontonados en un rincón, apilados como soldados rendidos después de una dura batalla. Muñecas sonrientes, aviones desvencijados, dinosaurios con dentaduras descomunales que no se han comido a nadie en su vida, peluches desprovistos de pelo que lo dejaron probablemente sobre el suelo de la casa. Todos encuentran durante la noche el descanso del guerrero y respiran satisfechos por ver cumplida su misión de hoy.
Dos niños pequeños están sentados en el sofá; miran fijamente hacia un lugar que yo no puedo ver, aunque mi intuición me dice que la televisión absorbe toda su atención. Mientras, sus padres van de un lado a otro preparando lo necesario para la cena. Un hule de florecitas sobre la mesa recibe con gusto los humeantes platos; el agua embotellada, los cubiertos, los vasos de plástico con dibujos infantiles que se disponen de manera anárquica sobre ese lecho de plástico industrial. Presidiendo en silencio este humilde altar se alza en el centro un descomunal rollo de papel de cocina, como un tótem blanco e inmaculado al que reverenciar y dar gracias por los alimentos que van a recibir. Todo está dispuesto. Unas rítmicas palmadas resuenan en toda la calle: mamá llama a la mesa. Los pequeños se levantan de un salto y se dirigen a sus asientos. El padre estruja a uno de ellos con un abrazo mientras el niño se retuerce de risa en su silla. El otro reclama atención levantando los brazos hacia su madre, y ella va, y le besa en la frente mientras lo acerca un poco más a la mesa.
Mamá corre la cortina. Coge a papá de la cintura y bailan.
La luz del interior los transforma en un hermoso teatro de sombras chinas. Una entrañable estampa de principios de verano con sabor a palitos de merluza aderezados de kétchup.

Sonrío.
Acaba la película de esta noche.

Me pregunto qué verán ellos a través de mi ventana.

https://www.youtube.com/watch?v=WCPacPY8w9M

domingo, 5 de junio de 2016

GLORIA


Gloria en la piel de los amantes. Se elevan al cielo los besos de la pasión como clavos en la cruz del amor. Una letanía que se escucha entre los bienaventurados de corazón, cánticos de una ofrenda digna del viento, del cielo, del mar. La oración de los abandonados. 
Acógeme en tu seno y hazme digna de ti. Oh, amor!

Lloran las noches. Y yo me derramo con ellas. Envuelvo mis lágrimas en la piel de los abrazos perdidos, del amor ahogado en el llanto. Dejo que la oscuridad recoja los pedazos de mi cuerpo destrozado y los cosa a tu memoria por los siglos de los siglos. Amén. Amén. Amén.


* Imagen: Knight of Cups
* Música: Wake  Up "Arcade Fire"
https://www.youtube.com/watch?v=aTyKDWv4q38