Hace tiempo vivió a mi lado, me colmaba de besos y halagos. Cubría mis
frías noches con la calidez de sus abrazos y, en mis sueños velaba siempre para que no me perdiera al despertar
o en el llanto de una pesadilla. Era la caracola que escuchaba mi lamento, y
también quién bailaba conmigo cuando nos vestíamos de domingo y llevábamos zapatos
nuevos. Era su rostro el que veía al despertar, era mi desayuno y mi fuerza
cada día; era la alegría para mi corazón, la sangre; era la ilusión, era…era mi
amigo.
___________________________________________
Musculamos nuestros cuerpos, vamos al gimnasio para hacerlos fuertes;
cultivamos el alma con mil y una artes, hacemos todo aquello que consideramos
necesario para ser fuertes, para que nada pueda hacernos daño, ni en nuestro
cuerpo, ni en nuestra mente. Hacemos una amalgama de medicinas etéreas, para
insuflarnos toda esa fuerza, toda esa energía, para ser invencibles y que nada
nos afecte, y que no nos rompamos, que nada se parta, que no haya nada capaz tan
solo de fisurar nuestra vida.
Falso, todo es falso, no hay nada que te haga tan fuerte que no puedas partirte
en dos cuando pierdes el amor.
Y ¿Qué es realmente el amor? Qué es estado de embriaguez continua que, no te
permite pensar con claridad y, ante el que pierdes cada uno de los papeles que
te dieron al comenzar esta obra que es la vida.
Todos tenemos amor. Un padre, una madre, un hijo, amigo, familiar o incluso una
mascota. Todos tenemos amor, ese tipo de amor del que se habla cuando te
sientes vacío y dices – sí, sí, si yo tengo mucha gente que me quiere-
Paparruchas, lo inventamos nosotros mismos para hacerle creer a nuestro cerebro
que somos felices, que tenemos “amor” que, haga llegar rápidamente éste mensaje
a nuestro corazón para que no estallen sus ventrículos en mil pedazos
irreparables.
Piensa lo que quieras, refúgiate en cuantas personas o animales desees. Haz
terapias, ve al gimnasio, come sano…viste a la última y echa una cana al aire
de vez en cuando porque tú puedes hacerlo! Pero no te engañes, si no lo tienes,
si no tienes “ese amor” no tienes nada.
____________________________________________
Tiene que rasgarte por dentro, hacer que vibren tus entrañas; que tu cerebro se
convierta en la unión de mil estrellas; que no haya más firmamento que el de
sus ojos; que la luna y el sol por fin sean amantes; que nada importe sobre la
faz de la tierra más que, la canción de las mareas anunciando el encuentro cada
noche de los amantes cuerpos, el deseo y la pasión. La locura de perder el
sentido y solo desear que al despertar de ésta, sea el rostro de quien amas lo
primero que veas, por siempre jamás.
Sigue buscando. Todos lo hacemos. Es lo que somos, buscadores de amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario