viernes, 20 de marzo de 2015
SOLSTICIO DE INVIERNO
Mi manera, quizá un tanto particular, de rendir hoy homenaje a la Primavera y despedir el Invierno, es publicando un fragmento de uno de los textos que aparecen en mi libro "Canción de Invierno".
Se desliza hacia el otro lado de la vida.
Con una ligereza que parece una danza.
A. Baricco - Océano mar.
El amanecer nos sorprende abrazados.
Los primeros rayos de sol empiezan a despuntar y, como una suave caricia, se aproximan a nosotros para separarnos de los brazos de Morfeo, donde yacimos juntos durante la noche.
Todavía entre sueños, a medida que la luz crece, veo tu rostro; en él se refleja la felicidad de quien ha encontrado aquello que anhelaba, y mientras te observo te acurrucas junto a mí, me sonríes, entreabres los ojos, pareces satisfecho y posas en mí tu mirada transparente, cristalina, sincera, empapada de palabras, ebria de amor. Eres tan hermoso dentro y fuera de ti que mi corazón siente ganas de gritar, de mezclarse con el viento y el sonido de las olas, de permanecer inerte en el aire, bailando con la llovizna que lo impregna todo de un mágico encanto.
Nos fundimos en el más cálido de los abrazos, de esos de los que no quieres desprenderte jamás, en los que respiras a la otra persona, en los que el aliento es perfume, fragancia que hidrata nuestra piel. Reímos, reímos siempre y con nuestros rostros unidos dirigimos la mirada hacia la ventana.
El océano se pierde en el horizonte, el mar está algo picado, de un color azul acero, con pequeños destellos de luz y ligero oleaje. Trae el sonido lejano de los barcos pesqueros que salieron temprano, trae el canto de sirenas del mar que danzan alrededor de Neptuno, trae el sabor a sal, el húmedo sabor de nuestros besos.....
* Imagen de la película "The way we were"
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